La Atención y Concentración de los Niños

Atención y concentración, ¿son lo mismo? ¿Qué tienen de diferente? ¿Cómo ayudo a mi hijo?
LA ATENCIÓN
El entorno de un niño está repleto de informaciones, novedades y estímulos. Tal vez, por eso, sea difícil para ellos mantener una atención y una concentración en los estudios y en sus tareas de un modo particular. La atención general que requiere cualquier aspecto novedoso en su vida presenta, en ocasiones, dificultades en el aprendizaje.
LA CONCENTRACIÓN
La concentración es la capacidad de mantener la atención focalizada sobre un estímulo, ya sea una tarea, objeto, actividad, etc.
De esta manera, para lograr cualquier aprendizaje, se requiere de ambos procesos psicológicos. Sin concentración es muy difícil lograr un aprendizaje de habilidades y conceptos más complejos, como son los temas que se tratan en el colegio. Así, atención y concentración con imprescindibles para el proceso aprendizaje de nuestros hijos.
¿Cómo favorecer la atención y la concentración en mi hijo?
- Evitar distracciones. Prescindir de todo aquello que pueda distraer la atención del niño: problemas personales, de familia, falta de objetivos, ruidos, etc.
- Diversificar las tareas. Cambiar de materia o asignatura de estudio cada cierto tiempo. Los cambios ayudan a iniciar el proceso de atención y así el niño podrá mantener la concentración por más tiempo.
- Crear rutinas y hábitos de estudio. Conviene empezar a estudiar todos los días a una hora fija para conseguir un buen rendimiento cerebral. Si una persona se acostumbra a hacer el esfuerzo de concentrarse todos los días a la misma hora, al cabo de unos días logrará que su mente se concentre con más facilidad a esa hora.
- Marcar tiempos. Es necesario establecer un tiempo para realizar cada tarea o actividad y que se exija realizarla en el tiempo previsto.
- Organizar tareas. Conviene realizar las tareas más difíciles cuando el niño esté más descansado.
- Centrar la mente. Para estar a pleno rendimiento, la concentración requiere un calentamiento previo, que puede consistir en dedicar unos minutos (no más de cinco) a tachar algunas letras (elegir alguna) de una hoja de periódico. A continuación, puede pasar a hacer la actividad programada.
- Trazar metas y objetivos. Es muy importante que el niño tenga claras las metas a alcanzar. Cuando queremos algo de verdad y con fuerza, movilizamos muchos de nuestros recursos para tratar de alcanzarlo. Por tanto, si el niño tiene claro su objetivo en el estudio, más de su parte pondrá para conseguirlo.
- Intercalar descansos. El proceso de atención sigue una curva que suele decaer con el tiempo. Por ello, es conveniente intercalar descansos para recuperar la concentración.
- Sintetizar y resumir. Resumir mentalmente lo que se ha escuchado durante una explicación y apuntar con frases cortas los detalles de más interés es una buena técnica para ejercitar la atención.
Tiempo de atención promedio de los niños según la edad:
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0 a 1 año: 2 a 3 minutos
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1 a 2 años: 7 a 8 minutos
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2 a 3 años: Hasta 10 minutos
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3 a 4 años: Hasta 15 minutos
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4 a 5 años: Hasta 20 minutos
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5 a 6 años: Hasta 25 minutos
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